lunes, 23 de abril de 2012

"¡Dále que va!"


Pasamos por una peluquería situada en la calle Paraguay al 900 de Buenos Aires. Tallado en la puerta de grueso vidrio, el nombre: “La escencia”. ¿No tendría que ser La esencia? La falta de ortografía es de calibre 45. Lo malo es que ya no se puede borrar.
Seré un maniático, pero yo no entraría jamás en ese lugar a cortarme el pelo, aunque me parece que la peluquería es sólo para señoras.
Lo de veintiuna hora, en lugar de veintiuna horas lo escuchamos en la televisión a todas horas, no sólo a las veintiuna.
De Mendoza se dice que es una provincia “granicera” porque, según parece, cae sobre ella granizo con frecuencia.
“El fallecido también vive en San Isidro”, reveló un funcionario del gobierno a un movilero de la televisión en declaraciones referentes a uno de los tantos hechos de sangre que han convertido a Buenos Aires en una de las ciudades más inseguras del mundo.
El afán de ser… “intelectual” y poliglota determina que se denominen “toilettes” a los aseos o servicios de los restaurantes y los cafés, pero la palabra francesa se escribe casi siempre mal: “toilletes”, “toiletes”, por ejemplo.
Lo mejor de la semana anterior a mi salida para Europa: "Vuelvo a reiterar de vuelta”. Ya sabemos todos quien lo dice siempre, no es cuestión de sacar nombres a relucir; no sería delicado, además. No hay que perder el respeto a las investiduras.
Al llegar a España me encuentro con que al Real Madrid se le adjudica “imajinación”, así, con j y en el menú de un restaurante campea elegir también con j: probablemente la j de ¡joder!, que a fuerza de repetirse ya no es una mala palabra, sino una interjección castiza. ¿No será ésto cosa de la Real Academia Española?
En otro menú se dice inclulle por incluye.
Más adelante, paso en coche por un un edificio en uno de cuyos pisos altos hay un letrero que dice: Unidad de Alcoholismo. La verdad, no sé si se trata de una fusión, un club, una identidad, una entidad, una liga, una alianza, una federación… ¿O es Alcohólicos Anónimos? Entonces, ¿por qué no se escribe de manera tal que lo entienda todo el mundo?
¿Pero es que no hay nadie que relea, repase, revise, corrija? ¿Todo se hace así, a ojo de buen cubero? ¿En qué estamos convirtiendo el idioma español?

© José Luis Alvarez Fermosel

No hay comentarios: